PEQUEÑA AGRICULTORA CABILDANA PRODUCE INNOVADOR ALIMENTO “SAGRADO”

Llamada cariñosamente como “Lady Amaranto”, Cristina Pizarro es una peculiar productora de amaranto y usuaria del Prodesal de Cabildo, quien a través de un viaje espiritual descubrió este completo alimento que ha decidido promover y dar a conocer por su alto valor nutricional y por sus características sanadoras y purificadoras.

Autor: Indap

Valparaíso

Cristina Pizarro no es una agricultora convencional. Con un profundo y arraigado amor por la naturaleza, esta cabildana pasó por todo antes de embarcarse en el maravilloso mundo de hacer producir la tierra: estudió un secretariado con mención en comercio exterior, vivió en Santiago, Brasil y en Estados Unidos, se casó, tuvo tres hijos, se separó. Un día, sintiendo que la naturaleza le hacía un llamado, decide volver al Valle de Alicahue, el lugar que la vio crecer.

“Luego de mi separación en el año 2000, inicié una búsqueda interior sobre la trascendencia de la vida. Inicié un viaje espiritual con una nueva cosmovisión que me hizo percibir y entender la tierra no solo como un espacio para producir, sino como un ser vivo que es parte de nosotros. Luego de años de un intenso trabajo espiritual y personal, volví a Paihuén en el 2008”.

Su historia con el Amaranto, el alimento del futuro

Al poco tiempo de instalada en Paihuén, Cristina comenta que una noche tuvo un sueño revelador: un hombre le habló del “alimento del futuro”. “En ese momento fue tan intensa mi vibración que me desperté y el nombre no me fue declarado; a los pocos minutos, así como las ideas se vienen a la mente, se me manifestó el nombre: Amaranto, el alimento de los dioses.

Desde ese día, Cristina se empecinó en recabar información sobre esta planta sagrada (adorada por los Incas), con propiedades medicinales, con alto valor proteico, fuente de provitamina A y de vitamina C y que, además, puede producirse fácilmente en condiciones de sequía.

Buscando las condiciones adecuadas para realizar su cultivo, Cristina hace su primera siembra en el año 2010, trabajo que le dio como resultado una cosecha de 250 kilos de semillas. Para el segundo año, la cosecha fue de 100 kilos. “En el año 2012 ingresé al Prodesal Cabildo Cordillera y este año ya he recibido un FAI que me ayudó a montar un invernadero de autoconsumo y una chipiadora que tritura la panoja para separar la semilla de los residuos que no se ocupan”.

Maravillada con su emprendimiento, Cristina dice sentirse realizada con su trabajo de producción de amaranto ya que “aparte de estar en contacto con la naturaleza, siento que el amaranto va a ser de mucha utilidad a la humanidad al ser una alternativa eficaz de alimentación que nutre y sana el alma”.   

Además de su gran contribución nutritiva, al amaranto se le han adjudicado  propiedades “sagradas” como ser una fuente de felicidad, bienestar y alegría; junto con ser estimulante del buen humor, debido a la presencia de serotonina, una sustancia que estimula el estado de ánimo y combate la depresión y el desánimo.

El director regional de INDAP, Alejandro Peirano, destacó el emprendimiento de la agricultora señalando que “la señora Cristina tiene un aura especial. Ella se acercó a nosotros en una actividad de entrega de maquinaria y pidió  exponer su experiencia junto a INDAP”.

“Se robó la película, generó una comunión valiosa entre los asistentes y gatilló esta idea de ir al rescate de estos líderes agrícolas que se caracterizan por su capacidad para recuperarse, su positivismo y sus ganas de trabajar junto a la ayuda del Gobierno”, expresó el director.