PEHUENCHES SE PERFECCIONAN EN TÉCNICAS PARA PROCESAR EL PIÑÓN
Autor: Indap
AraucaníaEn la comuna de Lonquimay, en los sectores de Cruzaco y Marimenuco, a más de 900 metros sobre el nivel del mar y en plena cordillera, habitan las familias pehuenches que tienen como principal actividad económica la recolección del piñón.
Para fortalecer esta forma de ganarse la vida INDAP, a través del programa Mujeres Campesinas, perfeccionó y certificó a un grupo de más de 60 emprendedoras de ese sector, quienes ahora poseen los conocimientos técnicos para obtener un mayor valor agregado a este fruto sagrado del pueblo mapuche.
Para Mercedes Cañumir, quien reside a unos 70 kilómetros del área urbana de Lonquimay, ésta fue una interesante oportunidad para aprender a procesar el ancestral fruto. “Ahora sabemos hacer alfajores, postres, tortas y muchas otras cosas más, lo que significa que tenemos mejores oportunidades para vender nuestros productos. Quiero seguir en esto, hice un curso de pastelería y lo voy a complementar con estos nuevos conocimientos”.
Durante la ceremonia de entrega de los certificados, Christian Núñez, director regional de INDAP de La Araucanía, destacó la importancia que tiene el fruto ligado a la cultura pehuenche, el cual hoy está siendo procesado y transformado en alimento que sirve a las familias, pero que también puede ser comercializado como un producto cultural y turístico. “Como institución creemos que estos novedosos productos derivados del piñón, pueden ser incorporados a la oferta turística gastronómica del territorio. Lo cual tiene un tremendo valor, ya que son mujeres Pehuenche quienes optaron por capacitarse, quienes se atrevieron a aprender y perfeccionar lo que tradicionalmente han estado haciendo y darle un valor agregado orientado al turismo”.
Adelantó que ya están estudiando la forma de apoyar a este grupo de mujeres para la próxima temporada, esto a través de una sala de procesos que pueda encadenar la capacitación realizada.
El programa Mujeres Campesinas forma parte de la plataforma de servicios de INDAP y tiene por objetivo contribuir a mejorar la calidad de vida de las emprendedoras campesinas, la que pueden ser usuarias, o potenciales usuarias, a través de herramientas económicas, productivas y sociales que les permitan desarrollar competencias como productoras en su rubro.
Para fortalecer esta forma de ganarse la vida INDAP, a través del programa Mujeres Campesinas, perfeccionó y certificó a un grupo de más de 60 emprendedoras de ese sector, quienes ahora poseen los conocimientos técnicos para obtener un mayor valor agregado a este fruto sagrado del pueblo mapuche.
Para Mercedes Cañumir, quien reside a unos 70 kilómetros del área urbana de Lonquimay, ésta fue una interesante oportunidad para aprender a procesar el ancestral fruto. “Ahora sabemos hacer alfajores, postres, tortas y muchas otras cosas más, lo que significa que tenemos mejores oportunidades para vender nuestros productos. Quiero seguir en esto, hice un curso de pastelería y lo voy a complementar con estos nuevos conocimientos”.
Durante la ceremonia de entrega de los certificados, Christian Núñez, director regional de INDAP de La Araucanía, destacó la importancia que tiene el fruto ligado a la cultura pehuenche, el cual hoy está siendo procesado y transformado en alimento que sirve a las familias, pero que también puede ser comercializado como un producto cultural y turístico. “Como institución creemos que estos novedosos productos derivados del piñón, pueden ser incorporados a la oferta turística gastronómica del territorio. Lo cual tiene un tremendo valor, ya que son mujeres Pehuenche quienes optaron por capacitarse, quienes se atrevieron a aprender y perfeccionar lo que tradicionalmente han estado haciendo y darle un valor agregado orientado al turismo”.
Adelantó que ya están estudiando la forma de apoyar a este grupo de mujeres para la próxima temporada, esto a través de una sala de procesos que pueda encadenar la capacitación realizada.
El programa Mujeres Campesinas forma parte de la plataforma de servicios de INDAP y tiene por objetivo contribuir a mejorar la calidad de vida de las emprendedoras campesinas, la que pueden ser usuarias, o potenciales usuarias, a través de herramientas económicas, productivas y sociales que les permitan desarrollar competencias como productoras en su rubro.