Obras de riego y habilitación productiva por lluvias estivales devuelven normalidad a Arica y Parinacota
Autor: Indap
Arica y Parinacota
Tras la emergencia vivida este verano por las lluvias estivales y aluviones, que significaron grandes pérdidas en cultivos y sistemas de riego en los valles y quebradas de la Región de Arica y Parinacota, INDAP informó que las obras y acciones de recuperación productiva culminaron con éxito en las localidades afectadas por este fenómeno meteorológico.
El apoyo se concretó gracias a los bonos de emergencia agrícola -individuales y grupales- que entregó la institución y que beneficiaron a más de 500 agricultores y agrupaciones de las comunas de Arica, Putre y Camarones. “Fueron casi 420 millones de pesos adjudicados en la modalidad de emergencia, dando cumplimiento a lo comprometido por el Presidente Piñera en su visita a la región, con el fin de recuperar lo más pronto posible la infraestructura de riego de nuestros valles y llevar la normalidad a nuestros campesinos”, dijo José Luis Rivas, director regional (S) de INDAP.
María Elena Condori y Delia Valdés, dirigentas de la Junta de Vigilancia del Río Vítor Codpa y sus Afluentes, expresaron el agradecimiento de los beneficiados por las gestiones efectuadas por INDAP, “asistiéndonos en terreno, apoyándonos con logística y empatía en la grave situación que nos afectó durante las crecidas del río”.
Asimismo, destacaron el apoyo técnico entregado, no sólo a través de la realización del catastro de pérdidas, sino que también con los fondos que permitieron la contratación de personas y maquinarias para despejar y habilitar las bocatomas y conducciones de canales. “Fue vital el apoyo económico para que los agricultores pudieran volver a regar, salvar parte de sus cosechas y, con ello, amortiguar las pérdidas”, dijeron las dirigentas campesinas.
Jorge Heiden, seremi de Agricultura, destacó el despliegue territorial de los funcionarios de INDAP y los demás servicios del agro, que generaron un catastro oportuno de los daños en los predios y obras de riego, siempre en coordinación con los agricultores afectados.
Los bonos de emergencia comenzaron a entregarse días después de la emergencia, escuchando el llamado de ayuda de los agricultores para enfrentar este fenómeno que afectó una superficie de casi 550 hectáreas y que destruyó canales, pozos e invernaderos en gran parte de los valles productivos de la región.