Minagri presenta principales desafíos que plantea el estudio "Percepción del Sector Agrícola"

Autor: Indap

Nacional

El ministro de Agricultura, Antonio Walker, encabezó la presentación del estudio “Percepción del Sector Agrícola”, encargado por Odepa a la empresa Cadem. El sondeo es un diagnóstico sobre la imagen y posicionamiento de la agricultura como actividad económica en su contexto competitivo y sus principales desafíos para desarrollar un plan estratégico a largo plazo.

“Necesitamos un nuevo relato para la agricultura y para eso primero queríamos conocer qué piensa la gente que vive en las regiones, provincias y comunas rurales. El proceso es continuo y seguiremos visitando regiones y escuchando a la gente, pero también es bueno apoyarse en herramientas como esta encuesta, para ver la percepción que tiene la gente que habita en el mundo urbano y que habita en el mundo rural respecto de la agricultura”, señaló Walker. 

El sondeo fue presentado el 30 de enero en la FAO por Roberto Izikson, gerente de Asuntos Públicos y Estudios Cuantitativos de Cadem, y comentado por Jorge Valenzuela, presidente de Fedefruta; Julio Berdegué, representante para América Latina y el Caribe de FAO; y Eduardo Valenzuela, decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Católica de Chile, quien destacó la labor de los jóvenes en la solución de los problemas del sector.

“Nos complacemos con razón de la enorme modernización que ha tenido el agro y lo que uno tiene que entender es que a las nuevas generaciones no vivieron esta experiencia, el auge, prosperidad, crecimiento y desarrollo del cual los más viejos nos sentimos orgullosos. Los jóvenes no miran el pasado, miran el futuro, entonces son ellos los que miran el punto de vista de lo que falta por hacer. En el campo o en la ciudad hartos problemas por resolver para tener un futuro sustentable y bueno para todos”, dijo Eduardo Valenzuela, decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Católica de Chile

Entre las principales conclusiones del estudio se considera la oportunidad de visibilizar a la industria agrícola, ya que la agricultura es una actividad importante para la opinión pública y de una imagen positiva. Según la encuesta, fue el sector productivo mejor evaluado: un 82% de los consultados le puso notas 6 y 7.

Entre las fortalezas del sector están las positivas sensaciones que genera producto de su vínculo con la naturaleza, junto a la capacidad de proveer una cantidad importante de empleo y ser un elemento económicamente destacado para el desarrollo territorial. De hecho, 35% contestó que es importante porque produce los alimentos que consumimos, mientras un 19% dijo que era porque generaba trabajo. Sin embargo, esta relevancia presente en la opinión pública no es evidente en los medios de comunicación y la industria deambula entre la intrascendencia pública y apariciones esporádicas por alguna contingencia particular.

Dentro de los desafíos que plantea el estudio, la encuesta recogió los atributos negativos que se le asocian al sector: El 34% dijo que en el rubro había malas condiciones laborales, un 31% calificó como un aspecto negativo la sequía y un 8% la falta de innovación.

Sobre la agenda socio ambiental se concluyó que es necesario desplegar una agenda relevante en términos comunicacionales, accionable y visible, que tenga como puntal la gestión ante la escasez hídrica, la cual es para la opinión pública el principal problema que debe enfrentar la industria del agro. Esto supone tomar una agenda que vaya más allá de la norma básica (de lo que dice la ley) y adquirir un rol y tono público significativamente más proactivo en el cuidado y mitigación de los efectos de la actividad en el ambiente.

También se concluyó que la industria del agro reproduce una de las grandes demandas de la gente desde el 18 de octubre: la desigualdad. En ese sentido, resulta relevante que la industria se haga cargo de este problema y sea capaz de acortar la brecha entre grandes y chicos. En este contexto, uno de los temas prioritarios deben ser los abusos laborales. Los bajos sueldos y la precarización es una de las debilidades más latente del mundo de agro.

Para finalizar, los expertos y la opinión pública coinciden que este tópico es una de las amenazas más persistentes para la industria, la que además se visibiliza, permanentemente, en realidades laborales de gran conocimiento público, como son las temporeras. Dicen que de nada sirve afrontar una agenda sustentable de mediano y largo plazo, que compatibilice crecimiento económico, comunidades y medio ambiente (escasez hídrica), si en los medios de comunicación y redes sociales se habla de abusos y precariedades laborales.