IICA y las claves para la recuperación: Comercio abierto, multilateralismo y agricultura familiar

Autor: Indap

Nacional

La situación de la seguridad alimentaria en las Américas y los desafíos de la cooperación técnica ante la crisis sanitaria del Covid-19 para contribuir con acceso amplio de la población a alimentos seguros y nutritivos, fueron temas centrales en el Encuentro Interamericano de la Agricultura y la Seguridad Alimentaria, en la cuadragésima reunión ordinaria del comité ejecutivo del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).

Rebeca Grynspan, secretaria general Iberoamericana, y Cassio Luiselli, miembro del Consejo Asesor para la Seguridad Alimentaria de las Américas, se encargaron del análisis de ambos panoramas, de modo de proponer respuestas adecuadas para reforzar la cooperación entre los países y mitigar los efectos de la pandemia.

Según expresaron, para la reactivación económica y la seguridad alimentaria de Latinoamérica y el Caribe será crucial aprovechar el potencial del multilateralismo, mantener el flujo de mercancías, minimizar barreras comerciales, promover cadenas productivas con más valor agregado, mejorar la comercialización y distribución de alimentos y fortalecer la agricultura familiar.

“En esta pandemia no hemos visto las acciones contundentes que esperábamos de los órganos de más alto nivel de la política internacional”, dijo Grynspan. “Las respuestas que hemos visto al Covid-19, especialmente al principio, han sido nacionales a un problema global. Hemos dado una respuesta fragmentada, lo que muestra un debilitamiento del sistema multilateral que los países deben evitar”.

Grynspan resaltó que para solventar los problemas de desarrollo que planteó la crisis sanitaria es necesario atenderlos de manera multidimensional, con cooperación regional, trabajo en redes, uniendo capacidades y conocimientos, dando un rol protagónico a los jóvenes, buscando el progreso de las zonas rurales y urbanas, conectarlas y avanzar hacia la sostenibilidad.

“Se requiere una cooperación horizontal donde reconozcamos que ninguno de nosotros tiene las respuestas, que es en el diálogo, en el intercambio, en el respeto a la experiencia del otro, en la construcción colectiva, donde vamos a encontrar respuestas. No hay tiempo ni recursos para resolver solos los problemas”, dijo.

Paradoja por potencial productivo y pobreza

Cassio Luiselli plasmó el escenario de la seguridad alimentaria en América Latina y el Caribe (ALC), región a la que caracterizó como la de mayor potencial agrícola y productivo del mundo, pero con dificultades por sus desigualdades, contrastes y pobreza a raíz de la mala distribución del ingreso en la mayoría de países, situación que la pandemia ha agudizado.

“Es una situación paradójica. Una región con enorme potencial, pero esencialmente los problemas de la desigualdad nos siguen frenando y generando problemas de seguridad alimentaria”, indicó el catedrático, resaltando que la región sur tiene mayor desarrollo y es la principal reserva alimentaria en el mundo, en contraste con regiones como la andina.

El experto explicó que a causa del Covid-19, el principal problema a nivel agroalimentario radica en la demanda, en la que inciden aspectos como los impactos sufridos en el mercado laboral: “No olvidemos que América Latina es un 80% urbana y lo que pasa en las ciudades es serio. La pandemia ahí ha sacado del mercado de trabajo a mucha gente que estaba en la informalidad, más o menos el 50%. La pobreza aumentó y posiblemente se dispare hasta más de 150 o 180 millones de personas”.

Luiselli dijo que para paliar los efectos de la crisis es elemental el apoyo a la agricultura familiar, con insumos como semillas, fertilizantes y acceso a créditos; reconceptualizar los sistemas alimentarios; fortalecer y dotar a las cadenas productivas de valor agregado; impulsar reformas institucionales y garantizar el comercio internacional.