Expertos internacionales del concurso Catad’Or resaltan liderazgo chileno en vinos ancestrales

Autor: Indap

Ñuble

Un hito clave para la industria chilena de vinos ancestrales y naturales marcó la última edición de Catad’Or Ancestral Wine Awards. Las muestras nacionales que participaron en la segunda versión de este concurso no solo cautivaron al panel de expertos que llegaron desde diferentes partes del mundo (Estados Unidos, Suiza, Brasil, Reino Unido y Holanda, además de Chile) para evaluar los mostos, sino que arrojaron una importante conclusión: Chile está refrescando su industria y se abre paso a nuevos mercados, en los que podría liderar tendencias con sus productos.

El certamen, realizado entre el 4 y el 7 de este mes en el Gran Hotel Isabel Riquelme de Chillán, con la organización de Catad’Or e INDAP Ñuble, concluyó con la premiación en el Teatro Municipal de la ciudad, donde se entregaron 49 medallas de oro y 51 de plata, reafirmando así la alta calidad de los vinos en competencia.

Además de las medallas fueron entregados cinco trofeos especiales: Mejor Vino Ancestral, galardón principal del concurso, para Secano Semillón 2018 de Viña Mora Reyes; Mejor Vino de Pequeñas Producciones, para Andisol Cabernet Sauvignon 2018 de Viña Trumao; Mejor Vino Natural, para Sara Cristal 2018 de Viña Richards, representando al Valle del Maule; Mejor Vino País -cepa originaria de España y emblema de las variedades ancestrales chilenas-, para Trancoyan País de Viña Los Quiscos; y Mejor Espumante Ancestral, para Entre Valle Brut Cinsault de Viña Entre Valle.

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“En un mundo donde cada vez se habla más de la robotización, la Agricultura Familiar Campesina, ancestral y de pequeña escala, se va convirtiendo en un patrimonio inmaterial de la humanidad muy valioso, además de un patrimonio material vegetal innegable, que con la mantención y el trabajo de estas uvas ancestrales capta fuertemente la atención de los críticos y periodistas internacionales. Hoy Chile, y particularmente los valles de Itata y del Maule, son vistos por estos expertos de talla mundial con una atención que hace mucho tiempo el país no tenía”, destacó el director de Catad’Or Ancestral Wine Awards, Pablo Ugarte.

Por su parte, la directora (s) de INDAP Ñuble, Tatiana Merino Coria, afirmó que "el principal objetivo que buscamos con la realización de Catad'Or Ancestral en nuestra región fue generar una vitrina de difusión y comercialización para los vinos producidos al interior del Valle del Itata, donde existe un gran potencial que, junto al seremi de Agricultura, Fernando Bórquez Lagos, esperamos fortalecer. En relación al concurso, podemos decir que quedamos muy satisfechos con su desarrollo, ya que se cumplió con cada uno de los objetivos que nos habíamos planteado. Aprovechamos la oportunidad de felicitar a cada uno de los productores que obtuvieron medallas y los instamos a continuar trabajando por la misma senda”.

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Entre los vinos evaluados se observó una supremacía de la cepa Moscatel de Alejandría entre los blancos, siendo la más premiada con 23 medallas, mientras que la cepa Cinsault -una de las que más interés concitó entre los expertos- lideró los tintos con 21 reconocimientos. Además, destacó la cantidad de premios otorgados a los vinos del valle del Itata, que acumuló la mayor cantidad de medallas (más de 60) y cuatro de los trofeos especiales, entre una variada gama de más de 30 zonas vitivinícolas del país, desde el valle de Codpa en Arica hasta el valle del Malleco en La Araucanía. En tanto, Argentina obtuvo una medalla de oro con un Malbec proveniente de Salta, Tucumán.

Respecto a las posibilidades internacionales del valle de Itata, Marcel Miwa, jurado brasileño de Catad’Or Ancestral Wine Awards y editor de vinos de la influyente revista del gigante sudamericano Prazeres da Mesa, afirmó que “es una zona que sorprende muchísimo, ya que es un valle conformado por pequeños productores, pero con vinos que tienen estilo y llegan a una calidad de clase mundial”.

A nivel nacional existen más de 12 mil hectáreas de viñedos patrimoniales, con alrededor de 10 mil pequeños productores, y la tendencia mundial hoy es, precisamente, revalorar este tipo de métodos ancestrales, por lo que Chile, y Ñuble en particular, se está posicionando como una capital del vino ancestral a nivel mundial. Para los expertos, esta es una oportunidad clave para reposicionar al país en la industria mundial.

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Nicolás Uribe (23) es quinta generación de vinificación familiar del Valle del Itata y fue uno de los ganadores de medalla de oro junto su padre, con quien elaboró su primer vino de alta gama de este año: Explanada Cinsault. “Desde un comienzo ha sido un gran desafío reinventarnos con el vino, así que esperamos que este premio sea el puntapié inicial para introducirnos nuevamente en la industria. Valoramos lo más importante, que ha sido el apoyo familiar y de nuestros amigos para desarrollar el que consideramos un gran Cinsault”, dijo.

A la ceremonia de premiación asistieron importantes autoridades regionales, encabezadas por los seremis de Agricultura, Ruy Fernando Bórquez; de Gobierno, Renán Cabezas; de Economía, Roger Cisterna; de las Culturas, María Soledad Castro; y de la Mujer y la Equidad de Género, Bárbara Hennig; la gobernadora del Itata; Rossana Yáñez; los alcaldes de Chillán, Sergio Zarzar, y de San Carlos, Hugo Naim Gebrie; la jefa de Operaciones de INDAP Ñuble, María José Núñez; el director regional de Corfo, Daniel Sepúlveda; el diputado Jorge Sabag; el presidente del Consejo Regional de Ñuble, Javier Ávila; y la directora de Programación del Teatro Municipal de Chillán, Lucía Monroy.

Conoce la lista de premiados AQUÍ

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