Experto viticultor Pedro Izquierdo capacita a los pequeños productores de uva de Alto del Carmen

Autor: Indap

Atacama

Pedro Izquierdo es uno de los gestores de Lomas Campesinas, proyecto impulsado por INDAP e INIA que, con apoyo de renombradas viñas nacionales, potencia la producción de vinos con cepas tradicionales de pequeños vitivinicultores de los valles de Maule e Itata. También participó en la creación del Club del Vino Campesino (2017), iniciativa apoyada por el Ministerio de Agricultura que busca visibilizar y potenciar esta categoría de bebidas alcohólicas a nivel nacional.

El experto agrónomo y viticultor, que actualmente está trabajando con Viña San Pedro y un grupo de agricultores mapuche de Malleco para elaborar un vino pinot noir con identidad territorial, fue invitado por productores de uva de Alto del Carmen para dialogar con ellos y apoyarlos en algunas labores fundamentales para equilibrar calidad y cantidad de vides de la zona, fundamentalmente en labores de poda.

“Fue una actividad muy productiva en términos de aclarar con los productores de Alto del Carmen conceptos de poda y aterrizarlos en la práctica cotidiana. Muchas veces algunos conceptos por lo sabidos se callan y cuando se callan se olvidan, como por ejemplo cómo compatibilizar la intención de producción de cada parra con la capacidad de la misma, junto a la arquitectura o espaciamiento de los brotes en una poda si se desea optimizar o monitorear anualmente los viñedos. Por otro lado, dejamos algunas inquietudes sobre el desbrote en las parras, que en algunos casos no se están haciendo adecuadamente y tienen un impacto en la calidad de los vinos que producen en la zona”, afirma Izquierdo.

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Sobre el factor de “lo campesino” en la producción, el experto asegura que los vinos campesinos tienen un espacio en el mercado actual, “porque al consumidor de hoy no sólo le importa la calidad intrínseca del producto, sino que también le importa quién lo produce y cómo lo produce, y en ese sentido el consumidor tiende a preferir a los pequeños productores. Bajo esa premisa, el segmento está creciendo con apoyo de INDAP a través del Club del Vino Campesino. “En una opinión muy enológica, puedo decir respecto del pajarete que se podría experimentar hacia grados de alcohol más altos, quizá acercándolo a los vinos fortificados, y buscar elevar la acidez de los vinos para que acompañen esos niveles de dulzor”, expresó.

Izquierdo reconoce las bondades de la precordillera y cordillera del Valle del Huasco, señalando que “la viticultura en zonas tan bellas y extremas como Alto del Carmen debería complementarse con agroturismo, artesanía y gastronomía, incluso apelar a la historia o los relatos, los orígenes de los pueblos que fueron conquistados o poblados, según sea el caso, pero quiero decir que la historia alrededor de un vino puede llegar a ser tan importante como el vino mismo”.

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Los pequeños agricultores valoraron el trabajo desarrollado por INDAP en tema de mejoras a la producción de vinos. Bernardo Torres, de la localidad de Piedras Juntas en San Félix, pertenece al colectivo Vendimia del Desierto y participó de las actividades en terreno. “Siento que fue muy productivo en lo técnico, porque nosotros llevamos toda una vida produciendo uva y pajarete pero a veces se nos quedan cosas olvidadas y en otros casos no les damos la importancia necesaria. No es que yo lo diga, pero mucha gente reconoce que nuestros pajaretes son únicos en cuanto a la calidad y dulzor de la uva, pero siento que falta posicionarlos más a nivel nacional. Los consejos de expertos nos ayudarán a seguir mejorando la calidad, acidez y rendimiento de las parras, y por eso se agradece el apoyo del gobierno en este sentido”, concluyó Bernardo Torres.