Erika Duyvestein dejó Santiago hace 15 años para hacer florecer zona de secano en La Serena

Autor: Indap

Coquimbo

Dejar las comodidades del mundo urbano para emprender en el campo. Ésa fue la decisión que tomó Erika Duyvestein y que le ha permitido, como ella dice, “hacer florecer las piedras en el sector Los Porotitos”, uno de los lugares con mayor escasez hídrica de La Serena.

Hace cerca de 15 años la hoy floricultora decidió dejar Santiago y su trabajo como productora de eventos para embarcarse junto a su familia en un viaje a la Región de Coquimbo, el que hasta el momento no tiene pasaje de regreso. “Me vine arrancando de la bulla, de la vida acelerada; quería un lugar tranquilo para criar a mis hijos y estar en contacto con la naturaleza”, comenta Erika, usuaria de INDAP.

“Optamos por el sector Los Porotitos, un lugar que por entonces tenía muy pocos habitantes. No había muchas casas y nos pusimos a pensar qué hacer en un lugar sin luz ni agua. Finalmente decidimos trabajar con las flores y agradezco a INDAP por confiar en este proyecto que parecía una locura: hacer florecer las piedras del lugar”, añade

Actualmente en su invernadero cultiva liliums, lisianthus y gladiolos que riega a través de un sistema tecnificado, con agua obtenida mediante camiones aljibe. Erika busca aprovechar cada gota de agua, por lo que también ha comenzado a reutilizar el agua de su lavadora.

Debido a su descendencia holandesa también tiene entre sus planes cultivar tulipanes. “Según cuenta la historia, mis antecesores se dedicaban a la tierra en Holanda y me parece que de ahí viene el amor a mi trabajo y al campo. Además quiero tener cultivos hidropónicos y creo que podemos lograrlo. Ha llegado gente con ganas de sacar este lugar adelante”, dice Erika.

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Si bien el rubro de la floricultura ha sido uno de los más golpeados por la pandemia del COVID-19, la productora dice que igualmente he podido comercializar sus flores, “siempre cumpliendo los protocolos sanitarios, desinfectando todo y cuidando a mis clientes y a mi familia. Pese a que la celebración del Día de Todos los Santos este año fue distinta, debo reconocer que vendí bastante durante los días previos”.

El apoyo de INDAP

Erika fue parte del Programa Mujeres Rurales INDAP-Prodemu junto a un grupo de campesinas de su sector y todas optaron por la floricultura como actividad productiva para su sustento económico. Una vez capacitadas y egresadas, ella y varias compañeras siguieron trabajando juntas en el emprendimiento Vivero Altué, Tierra Amada.

Para el director de INDAP Coquimbo, José Sepúlveda, el trabajo que realiza Erika es admirable. “Ella ha dicho que está haciendo florecer las piedras en un sector que efectivamente está lleno de ellas. Es un esfuerzo bastante grande. Erika y las demás integrantes de Vivero Altué, Tierra Amada retiran con sus manos las piedras para hacer la tierra productiva y también limpian los corrales de los crianceros a cambio de obtener guano para usar como compost”.

“Nos enorgullece poder aportar a la vida emprendedora de Erika y al rubro de la floricultura mediante la entrega de incentivos y el apoyo tanto de infraestructura como de conocimientos a través del convenio que tenemos con la Fundación Prodemu”, agrega Sepúlveda

El seremi de Agricultura, Rodrigo Órdenes, destaca que “Erika es una mujer que optó por el trabajo en el campo y se ha trasformado con creces en una verdadera mujer rural. Además de la ayuda brindada por INDAP, hicimos gestiones para entregarle un estanque autoportable, el que le permitirá aprovechar al máximo cada gota de agua en su trabajo”.

Contacto de Erika Duyvestein: +56 9 5783 8958.