Emprendedores de turismo rural de Ñuble buscan sobreponerse a la crisis con apoyo de INDAP

Autor: Indap

Ñuble

El turismo rural ha ido tomando cada vez más fuerza, tanto a nivel internacional como nacional. Se trata de experiencias únicas ligadas al mundo campesino que ponen en valor sus tradiciones, costumbres, cultura y hospitalidad. A partir de la experiencia del hemisferio norte, se prevé que este sector tendrá un fuerte despegue en el actual escenario, ya que los viajeros privilegiarán los destinos locales en contacto con la naturaleza.

Para encontrar este tipo de experiencia en la Región de Ñuble no es necesario movilizarse tan lejos del centro de Chillán. A no más de 35 minutos, en el sector Dadinco de la comuna de San Nicolás se encuentra La Ruka, de Amelia Cayul, emprendimiento culinario con cocina típica del pueblo mapuche.

Hoy, Amelia Cayul ofrece pastas gourmet de albahaca, ajo chilote y romaza, concentrado de arándanos, guisantes de verduras, sopaipillas, pan amasado y empanadas de liebre, entre otros productos: “Antes de la pandemia trabajaba mucho en eventos, pero me he debido reinventar. En estos momentos vendo mis productos a pedido, no en grandes cantidades pero lo suficiente para poder estar tranquila y subsistir”, dice.

La emprendedora pudo construir su ruka mediante un proyecto del Programa de Desarrollo de Inversiones (PDI) de INDAP por $3.400.000. Era un sueño que por años quiso concretar. “Estoy muy agradecida por este apoyo, que nos permitió recibir turistas que querían experimentar in situ nuestra cultura, al tiempo que les cocinábamos nuestras recetas ancestrales. Para mí, este proyecto fue muy importante, ya que pude darle un plus a mi negocio. Ahora esperamos poder reactivar esta forma de trabajo apenas pase la pandemia”, cuenta.

Otra emprendedora de la región que recibió apoyo de INDAP fue Alejandra Oyarce, dueña de la cafetería Don Quelo, de la comuna de Pinto, quien se adjudicó un proyecto de Inversión al Fomento Productivo (IFP) por $1.300.000 para habilitación comercial: “Compramos equipos e insumos para nuestro restaurante, que nos ayudaron a dar los primeros pasos en este negocio. Llevamos seis años trabajando y pese a los problemas sanitarios confiamos en salir adelante. Siempre estaremos agradecidos de INDAP y el equipo Prodesal de Pinto por su apoyo”.

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En estos momentos, Alejandra vende pizzas, sándwiches y pasteles, estos últimos elaborados en base a avellanas, nueces y almendras. “Estamos trabajando con delivery y retiro en el local. De todas formas, los clientes siguen prefiriendo nuestras recetas tradicionales con productos que tenemos acá en la zona”, afirma.

Mediante su Programa de Turismo Rural, INDAP está trabajando con diversos emprendedores de Ñuble, de los programas de Desarrollo Local (Prodesal) y Servicio de Asesoría Técnica (SAT). Según la directora regional de la institución, Tatiana Merino Coria, “queremos potenciar los emprendimientos turísticos de nuestros usuarios, quienes pese a las dificultades de los últimos meses se han preparado para salir adelante”.

Añadió que “estas últimas semanas hemos visitado distintos emprendimientos de turismo rural porque nos interesa saber en qué situación se encuentran. En los próximos días continuaremos estas salidas a terreno, para tener una visión completa de cuál es el panorama que enfrentan y así focalizar mejor los recursos que destinaremos a este rubro en la región”.

Valeria Mellado, encargada de Turismo Rural de INDAP Ñuble, dijo que “el principal objetivo de este programa es apoyar la consolidación de proyectos a través de asesorías y financiamiento, permitiendo que el propio agricultor sea el anfitrión de la experiencia y que a través de su relato transmita el valor de su cultura e identidad, haciendo participe al turista de las faenas propias del campo”.

Agregó que hoy los esfuerzos están encaminados a la formalización, de tal manera de cumplir con los estándares de calidad requeridos, así como también a fomentar el turismo de naturaleza y enoturismo, considerando las potencialidades del territorio. “El escenario de la pandemia ha creado oportunidades para el turismo rural, dado que tras el confinamiento la gente querrá buscar espacios sin aglomeraciones y reencontrarse con la naturaleza. Nuestro objetivo es orientar a los usuarios con las medidas sanitarias a las que deberán ceñirse para recibir a los nuevos turistas, a fin de reducir el riesgo de contagio de Covid-19”, expresó.