Campesinas del Tamarugal celebran egreso del Programa Mujeres Rurales y nuevas oportunidades

Autor: Gustavo Leal

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En una ceremonia realizada en la localidad de La Tirana, comuna de Pozo Almonte, 18 campesinas celebraron su empoderamiento, capacitación técnica y acceso a herramientas esenciales para el desarrollo agrícola en la Provincia del Tamarugal gracias al Programa Mujeres Rurales que ejecutan en convenio INDAP y la Fundación Prodemu..

La actividad destacó los avances de las participantes, quienes ahora cuentan con maquinaria agrícola como motocultores y paneles solares que les permitirán reducir el tiempo de preparación del suelo para la siembra de sus cultivos y optimizar el uso de recurso hídrico.

Marcela Mamani Vilca, coordinadora campesina del Área del Tamarugal para Prodemu, resaltó la importancia de este programa en la vida de las mujeres rurales. “Este convenio busca más que resultados técnicos; queremos que las mujeres sientan su trabajo valorado, accedan a derechos básicos como el agua y la tierra, y fortalezcan su autoestima. Muchas de ellas llegan tímidas y al egresar muestran mayor confianza, cohesionándose como grupo y asumiendo un rol clave en el desarrollo agrícola local”.

Entre las beneficiarias está Sandra Mollo Lázaro, agricultora de La Tirana, quien compartió su experiencia: “El principal desafío fue la escasez de agua, pero con el apoyo del programa hemos logrado construir un pozo, mejorar el suelo y producir cultivos como lechuga, espinaca y cilantro. Ahora, con un motocultor y paneles solares, avanzamos en nuestras metas agrícolas”.

Apuesta por el desarrollo sostenible

La delegada presidencial provincial del Tamarugal, Camila Castillo, destacó el impacto del convenio en un territorio donde las mujeres enfrentan desafíos únicos. “Estas mujeres no solo sustentan a sus familias, sino que también aportan al desarrollo agrícola y a la identidad regional. Herramientas como los motocultores y paneles solares que hoy inauguramos fortalecen su capacidad productiva y les permiten avanzar hacia una agricultura sostenible, esencial en un contexto de escasez hídrica”.

El jefe del Área Pozo Almonte de INDAP, Carlos Bugueño, explicó cómo el programa ha permitido visibilizar el trabajo de las agricultoras: “El convenio de tres años entrega una formación integral, combinando capacitación técnica e inversiones. Al egresar, las agricultoras están preparadas para integrarse al Programa de Desarrollo Territorial Indígena (PDTI), fortaleciendo así su producción y consolidándose como protagonistas del desarrollo rural”.

Agregó que “al egresar quedan en una condición favorable, ya que cuentan con un piso de asesoría técnica y cohesión entre ellas para enfrentar su primer año como usuarias de INDAP, donde pasarán a ser parte del PDTI.

Un programa con visión integral

La directora regional de Prodemu, Catalina Salgado Aravena, enfatizó el enfoque del programa en la mejora integral de la calidad de vida de las mujeres rurales. “Prodemu trabaja no solo en la capacitación técnica, sino también en el empoderarlas frente a desafíos sociales y económicos. Les brindamos herramientas para superar barreras como el acceso a la propiedad de la tierra y el agua, además de fomentar la cooperación y el trabajo colectivo”.

Para la contraparte de INDAP Tarapacá, en voz de su directora (S), Roxana Núñez Palma, esta entrega de motocultores no solo representa una mejora productiva para las agricultoras, sino que también simboliza un paso adelante en la equidad de género en el sector rural. “El programa demuestra cómo la colaboración institucional puede generar cambios significativos, empoderando a las mujeres rurales y contribuyendo al desarrollo sostenible de las comunidades agrícolas”, comentó.

El éxito de esta iniciativa reafirma el compromiso de INDAP con su estrategia 2023-2030, especialmente en el eje de Transformación Participativa y Asociativa. Al proporcionar herramientas, conocimientos y apoyo continuo, el programa no solo mejora las capacidades productivas de las mujeres rurales, sino que también fortalece su papel como agentes de cambio en sus comunidades.